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CUBA |
Anoche la televisión pública, en su primer canal, la 1, emitió uno de sus capítulos de
Españoles por el Mundo,
formato muy repetido por diferentes canales y que consiste en mostrar la vida personal y cotidiana de emigrados, temporales o permanentes, en diferentes países de todo el mundo, y ya de paso enseñar lo más característico del lugar de turno. Ayer nos obsequiaron con un
españoles en La Habana presentando una Cuba de lo más atractiva. Excelentes casas coloniales como si fueran la vivienda habitual del cubano medio, en lugar de los miserables habitáculos en los que tienen que sobrevivir la mayoría. Preciosos coches de los años 50, inmaculados, brillantes, descapotables, como una concentración de vehículos antiguos organizada por unos millonarios. El barrio de Miramar con sus mansiones ocupadas por embajadas y jerarcas del Partido (esto último se les olvidó comentarlo). ¡Hasta un menú! según ellos típico, en el que sobraba de todo. Y ya que parecía que nadan en la abundancia, ¿de política se habló algo? Pues sí, algo se habló; un par de referencias. La primera a Batista, el tirano que expolió el país (esto es textual) y la otra al bloqueo norteamericano. Ni una más aunque cueste creerlo.
Resulta de lo más sangrante. No tanto para nosotros como para los millones de cubanos que viven instalados en la necesidad permanente, hasta de lo más básico, y sobre todo padeciendo la más vergonzosa falta de libertad durante más de cincuenta años.
Esta necesidad permanente del PSOE y sus televisiones por mostrarnos el paraíso socialista resulta de lo más enfermiza. Esto ya no es sano. Tendrían que hacérselo mirar.
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