Sí, ya sé que todas las encuestas dan vencedor al PP con una amplia mayoría y que, con toda probabilidad, Mariano Rajoy será el nuevo presidente en 2012. Sin embargo, esa certeza no debe impedirnos reconocer lo evidente. El sr. Rajoy tras perder las elecciones, me refiero a las de 2008, las del 14-M no son significativas por lamentables razones por todos conocidas, inició una deriva hacia el centro y la mojigatería por razones estrictamente partidistas, en busca del poder y no de la representación de los diez millones de españoles que le votaron. Desaparecieron Acebes y Zaplana e irrumpieron Cospedal y Saenz de Santamaría en un intento bastante patético de parecerse al PSOE, al menos en el look. ¿Para qué demonios querría nadie parecerse al partido que nos ha conducido una vez más al borde del precipicio? Simple; para parecerse a la mayoría en una lamentable huída hacia adelante. La pregunta es ¿y por qué no Esperanza Aguirre? Aparte de haber sido designado personalmente por el ex presidente Aznar como su sucesor al frente del partido, y por más que me esfuerzo, no consigo comprender en qué aventaja Mariano Rajoy a Esperanza Aguirre. Personal y políticamente preparada, con amplia experiencia en cargos de responsabilidad y de gobierno en la Comunidad de Madrid donde ha dado ejemplo de como nadar en aguas bravas, soportando las turbulencias, cada vez mayores, que llegan desde La Moncloa y, sobre todo, llamando al pan pan y al vino vino. Sin importarle a quién pueda molestarle que el alimento hecho de levadura, harina, agua y sal sea......pan. Por una vez estaría bien que alguien dejara de pensar en los minúsculos intereses de partido y de poder y empezara a pensar en los mayúsculos intereses de España. Seguramente entonces algunos más se preguntarían ¿Y por qué no Esperanza Aguirre?
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