Leo en el mundo que el fiscal solicita más de 81 años de cárcel para un otorrino de Palma por 31 delitos de abusos sexuales y 27 de delitos contra la intimidad. Al parecer el médico obligó a 31 de sus pacientes a desnudarse, tocándolas y pinchando mamas y genitales con el pretexto de pruebas diagnósticas. Además a 27 de ellas las grabó en vídeo. La defensa ha llegado a un acuerdo económico con treinta de ellas a razón de 3.000 euros de indemnización, la que resta solicita 30.000 euros.
Si me hago eco de la noticia es porque el propio acusado ha reconocido los hechos y ha pedido perdón, con lo cual no caben denuncias falsas, que es un riesgo que hay que asumir mientras haya dinero por medio.
Se me ocurren algunas reflexiones al respecto: La primera: la degradación profesional y personal a la que hay que llegar para obtener placer o beneficio psicológico con semejantes prácticas. No soy capaz de meterme en la cabeza del sujeto. La segunda: ¿En qué pensarían las mujeres para dejarse desnudar y hasta pinchar los genitales en una consulta de ORL? La tercera: Treinta de las treinta y una se sienten compensadas con 3.000 euros y la restante con 30.000...esto no lo comento. Será el trauma.
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