martes, 22 de febrero de 2011

EL ÚLTIMO VERSO DE ANTONIO MACHADO

Antonio Machado Ruiz
Hoy, 22 de febrero, se conmemora el septuagésimo segundo aniversario de la muerte de Antonio Machado Ruiz, por eso queremos dedicarle un recuerdo.
Siempre se ha ligado la vida del poeta a dos ciudades; Sevilla, donde nació el 26 de julio de 1875, y Soria, donde ejerció como profesor de francés en su instituto.

                                                   Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
                                                   y un huerto claro donde madura el limonero;
                                                  mi juventud veinte años en tierras de Castilla...


Sin embargo su adolescencia transcurrió en Madrid. Nieto de médico, la familia se traslada a la capital al ser nombrado el abuelo, Antonio Machado Núñez, profesor de la Universidad de Madrid.
Durante su estancia en Soria conoce a Leonor Izquierdo con la que contrae matrimonio cuando ella contaba 15 años (él 34). Leonor muere tres años más tarde enferma de tuberculosis, lo que dejó una profunda huella en el poeta.
Desde el punto de vista literario, la obra de Machado se caracteriza por el predominio del fondo sobre la forma, a diferencia de Rubén Darío al que conoció en París, y por su estilo intimista y hasta nostálgico de sí mismo.

                                                  Poeta ayer, hoy triste y pobre
                                                  filósofo trasnochado,
                                                 guardo en monedas de cobre
                                                 el oro de ayer cambiado...


A finales de enero de 1939, ante la inminente derrota del bando republicano en la guerra española, con el que había colaborado con numerosos artículos en La Vanguardia, huye de Barcelona y se instala en Collioure (Francia) en el hotel Bougnol-Quintana. A las cuatro de la tarde del día 22 de febrero de 1939 fallecía el poeta de una neumonía. Su madre, Ana Ruiz, de 88 años, lo haría tres días después.

Su hermano encontró en uno de sus bolsillos, en un papel arrugado, escrito un único verso:
 "estos días azules y este sol de la infancia". El último verso de Antonio Machado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario